La decadencia es peor de lo que nos temíamos

Las semanas son como son y la que ha concluido nos ha ofrecido de todo: desde la resaca de los indultos a futuras mesas de negociación, en las que, por cierto, solo su calenturienta mente puede sospechar que se hable de otra cosa que no sea la concordia. Cosas en fin, para sesudos análisis.

Contra la meritocracia

Hemos decidido igualar a todo el mundo por abajo en los niveles culturales, formativos, educativos… Lo importante no son ni el esfuerzo ni el mérito sino el igualitarismo sin el uno ni el otro. Ahí tenemos, si no, a la ley Celaá, que propone pasar de curso en Primaria, Secundaria y Bachillerato con dos suspensos.