De trampa en trampa, hasta la victoria final

La Marca España, ya se lo he dicho aquí, goza de extraordinaria salud, dicho en modo ironía. Esta semana promete mucho: Audiencias, fiscales, juzgados van a adornar la situación ya de por sí bonita, a la que se añadirán notables decisiones de las pertinentes ejecutivas, ministerios y demás que se esperan con ansia.

La semana pasada ya nos ofreció grandes alegrías. Por ejemplo, en lo de Alsina, el gobernador del Banco de España afirmó que no existía evidencia de que el control de alquileres baje sus precios, justo el mismo día que la ministra del ramo amenazaba a las Comunidades Autónomas con una penalización si no cumplían con la cosa del control de alquileres.

La cosa podría haberse quedado ahí y acusarle de cinismo, dado que pertenecía al gobierno que aprobó la ley con su silencio. Pero el Gobernador se decidió a añadir una afirmación teórica de altura: “existe evidencia de que faltan viviendas”. Cosa relevante que el Banco de España y media humanidad ha afirmado hace tiempo. Qué les voy a decir sobre esta sesuda afirmación, me pasa como a Paul Valery: “la estupidez no es mi fuerte”.

Mientras el exministro nos hacía reír, por no llorar, el PSOE se la liaba a la derecha y a las víctimas del terrorismo incluyendo, en una modificación legislativa de una directiva europea, un cambio de ley que permitirá salir de la cárcel, sin cumplir condena total, a terroristas con delitos de sangre.

Más o menos, en las mismas fechas en que se disfrazaba de abandono de pelotas de goma otro cambio legislativo pactado con Bildu: la suspensión de los derechos de policías y guardia civiles ante agresiones en manifestaciones, que se suma a la despenalización del insulto a la Corona o las religiones. Luego le echaremos la culpa al Frente Atlético.

Todo bien, todo transparente y todo clientelismo electoral. La ministra del ramo consideró oportuno añadir confusión a la ya existente: los trabajadores de baja, por ejemplo, enfermos de cáncer -lo dijo ella- podrían trabajar voluntariamente si la empresa y el trabajador o trabajadora lo acordaba.

Cosa finísima de la muerte y muy propia del estado social y progresista que nos invade. Al parecer, al PSOE le preocupa, junto a la patronal, el nivel de absentismo no para las horas de trabajo, sino para las bajas por enfermedad.

Desde que se cambió el equipo de Moncloa por ilustrados pijos, de los que aquí también les he hablado, el desmadre gubernativo no deja de aumentar y la coordinación del gobierno y su partido brillan por su ausencia.

Por ejemplo, nada más poner a Escrivá de Gobernador del Banco de España, el ministro de Economía, creyendo que el Banco es suyo, ha pretendido cargarse a una consejera del Banco que no es de su agrado. Los amiguetes de Koldo, por su parte, son detenidos por un fraude de IVA. Todo en orden.

En la izquierda de verdad verdadera, más allá del PSOE, las cosas también van bien. Podemos pide que Sumar se disuelva, Sumar critica a la ministra de la vivienda del gobierno del que forma parte. Los de IU dicen que ya lo mirarán.

Los que no miran nada de nada son los de la ejecutiva del socialismo realmente existente. El secretario socialista de Castilla y León, que aspiraba a ser nombrado jefe de la cosa. se ha quedado sin primarias. Lo de Lobato cada vez va peor y la señora Alegría se prepara para sustituir al señor Cerdán, que se apresta a ofrecer su último servicio a la causa, echando a quien haga falta. Asturianos, aragoneses, sevillanos y los de les Illes andan, al parecer, temblando.

Hablando de los andaluces, debe saberse que, al parecer, los mismos productores de los ERE´s tenían organizada una fundación de nombre Faffe que se dedicaba a colocar trapaceramente hasta más de doscientos familiares de directivos socialistas en la Junta.

Es que ustedes deben entender a los socialistas andaluces. Además de su sentido patrimonial de la institución son, como no podía ser de otra manera, lectores de Machado, cuya “infancia son recuerdos de un patio de Sevilla y un huerto claro donde madura el limonero”. Pero la lectura debe ser comprendida, compañeros del socialismo realmente existente: cuando Machado escribe “he atracado en cien riveras”, hablaba de amarrar un barco, no de otra cosa.

Ya prometí, cuando escribí sobre la marca España “nunca volveré a hablar de Begoña”. Aunque risa si me da: lean a la Audiencia, fachosfera total, o a los jefes de la Complutense, que odian a Pedro. Y entérense por qué el enamorado está muy enfadado con el tal Camacho, nuevo abogado de la señora.

No se crean que lo cronistas estamos exentos de caer en las trampas que nos tienden. Durante meses afirmé que un periodista español estaba detenido irregularmente en Polonia.

Ya me mosqueó que lo incluyeran en un intercambio de prisioneros con Rusia. Ahora resulta que dos periodistas españoles de prestigio han descubierto que el tal Pablo González era un espía, cómplice, incluso, de intentos de asesinato. (Urreiztieta, E. Colás, X. 2024. 6 de octubre. La misión Navalny del espía ruso español, Pablo González).

Todo está tan desmadrado que suena a tontadicas de “fin de ciclo”. Se puede tener voluntad de resistir, clavarse a un sillón si falta hiciere, pero no se puede gobernar de trampa en trampa, hasta la victoria final.

El historiador de la economía Carlo María Cipolla (si, el apellido es así) publicó un ensayo en que consideraba que hay cuatro tipos de personas: los incautos, los inteligentes, los malvados y los estúpidos. Sospecho que, menos inteligencia, de lo demás tenemos de todo.

 

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