El fichaje del periodista de Libertad Digital Pablo Montesinos por el PP para encabezar sus listas para el Congreso por Málaga ha traído de moda el pase de periodistas a la política activa. No es algo extraño: sólo en democracia, al menos unos 60 periodistas han sido diputados en el Congreso; es decir, representaron casi el 3% de las profesiones ejercidas por cada uno de los 2.487 diputados que ha habido desde las elecciones constituyentes de 1977. Muchos de esos periodistas-diputados tuvieron, además, altísimos cargos en las administraciones del Estado o autonómicas. Se trata de una vieja tradición que proviene del siglo XIX.
A pocos ha sorprendido el ‘fichaje’ del periodista de Libertad Digital Pablo Montesinos por el PP. Montesinos, un joven periodista muy próximo siempre a la calle Génova y que ya disfrutó de la simpatía de la exvicepresidenta del Gobierno, Soraya Sáenz de Santamaría, y, desde luego, de Pablo Casado, quien ha bendecido la propuesta del auténtico mentor de Montesinos, el dirigente popular andaluz Elías Bendodo, según cuenta Jorge Ventura en extraconfidencial.com.
Bendodo es todo un peso pesado en Andalucía, donde se hizo un hueco en el año 2000, cuando sustituyó como concejal en el Ayuntamiento de Málaga, con tan solo 25 años, al concejal José María Martín Carpena, que había sido asesinado por ETA. A partir de ahí, ascenso total: primero como presidente de la Diputación de Málaga entre 2011 y 2011, y ahora, a sus 45 años, consejero de Presidencia, Administraciones Públicas e Interior de la Junta de Andalucía y portavoz de la Junta.
Ése, y no otro, es el misterio del salto de Montesinos a la política, de la mano de éste su mentor. Aunque no milita en el PP, es obvio que siempre formó parte de la ‘cuota’ pepera en las tertulias y su nombramiento sólo ha sorprendido por el relevo que va a hacer de la histórica Celia Villalobos, que siempre había encabezado las listas malagueñas.
El 3% de los diputados fueron periodistas
Montesinos no ha sido el primero, desde luego, ni será tampoco el último de los periodistas en pasarse directamente a la política. Como a la inversa, de políticos que se pasan o hacen sus escarceos en el periodismo. Así de entrelazadas andan estas dos profesiones.
Según un estudio realizado por Extraconfidencial.com, desde el 15 de junio de 1977, fechas de las elecciones constituyentes, hasta el cierre de la actual Legislatura, la número XII, por el Congreso han pasado un total de 2.487 diputados, de los cuales unos 60 han sido periodistas, o han ejercido como tales.
No es que sea la profesión mayoritaria, desde luego, porque la palma se la llevan los abogados, es decir, los licenciados en Derecho, pero la relación proporcional no es de las peores. Además, ha habido muchos periodistas con un gran valor parlamentario, y alguno, incluso, un padre constitucional: el ya fallecido Gabriel Cisneros. Y otros muchos, como Santiago Carrillo, de los que hablaremos en este reportaje.
Los ‘históricos’ que cambiaron las linotipias por el escaño
Cisneros y Carrillo son de los nombres por excelencia. Gabriel Cisneros Laborda (Tarazona, 1940-Murcia, 2007) fue columnista del desaparecido diario Pueblo antes de convertirse en ‘padre de la Constitución’.
Santiago Carrillo Solares (Gijón, 1915-Madrid, 2012), mucho antes de ser secretario general del PCE, inició su actividad profesional en una imprenta en la que se editaban las publicaciones del PSOE: comenzó como botones y llegó a periodista. En este campo profesional, fue redactor municipal de El Socialista, redactor de Cortes de Tribuna y director de la revista Renovación. Además de líder del PCE y del PTE ha sido diputado en tres legislaturas, y uno de los hombres clave en la transición democrática.
Otro ‘histórico’, que pocos recuerdan, fue Ricardo de la Cierva y Hoces (Madrid, 1926-2015). Era historiador, aunque muchos no se lo creían, pero también periodista: se había Diplomado en Periodismo en 1962, en la antigua Escuela Oficial de Periodismo. Y además fue ministro de Cultura con Suárez y diputado en la I Legislatura. Para que se le identifique: fue aquel que dijo “Qué error, qué inmenso error” cuando el rey Juan Carlos nombró a Adolfo Suárez presidente del Gobierno y luego aceptó ser el ministro de Cultura de Suárez.
Como histórica, sin duda María Victoria Fernández-España y Fernández-Latorre (A Coruña, 1925-Madrid, 1999). Estaba casada con el también periodista Felipe Fernández Armesto (Augusto Assía), y un hijo de ambos, Juan Fernández-Armesto, fue nombrado en el primer Gobierno de Aznar presidente de la Comisión Nacional del Mercado de Valores. Periodista y escritora, estudió en Universidades de Madrid, Bonn y Nueva York. Bajo el seudónimo de Victoria Armesto se distinguió como corresponsal de prensa en Norteamérica y Alemania. Fue diputada de AP y Coalición Democrática entre 1977 y 1986.
Más que histórico, imprescindible fue Antonio Fontán Pérez, I Marqués de Guadalcan (Sevilla, 1923-Madrid, 2010). Catedrático de Universidad y periodista, desarrolló una vasta labor profesional en ambos campos. Mantuvo importantes vinculaciones empresariales: vicepresidente de la Sociedad Española de Radiodifusión (SER), presidente de Publicidad Cid y diversas responsabilidades en Papelera Navarra, S.A. y en Liga Financiera, S.A. Su declaración a Hacienda referida a 1978 ofrecía un saldo de casi 45 millones de patrimonio y cerca de 8 millones de renta anual. Tentado por la política en la democracia, fue diputado de UCD por Madrid entre 1979 y 1982.
Otro viejo periodista fue Luis Apostua Palos (Villanueva del Fresno, Badajoz-1925-El Escorial, Madrid, 1997). Se licenciado en Derecho y se graduó en Periodismo por la antigua Escuela Oficial (1949). Estudió técnicas de Información en Estados Unidos, invitado por el Departamento de Estado. Excepto cinco años que dirigió el diario falangista El Alcázar (1963-1968), su actividad periodística estuvo ligada a la Editorial Católica, S.A.: redactor de Hoy de Extremadura (1948-1955), redactor de Ya (1955-1959), subdirector de La Verdad de Murcia (1959-1968) y redactor-jefe y subdirector (1972) de Ya. Fue muchas cosas más, pero, en política, también fue diputado de UCD por La Rioja y por Madrid entre 1977 y 1982.
Histórico también fue Rogelio Baón Ramírez (Quintanar de la Orden, Toledo, 1942-Madrid, 2008). Era licenciado en Derecho y en Ciencias de la Información y ejerció como periodista en la agencia Efe y en RTVE, y fue jefe del Gabinete de Prensa del Ministerio de Gobernación tras la muerte de Franco. Tuvo una dilatadísima vida política, y fue diputado del PP por Toledo y por Madrid entre 1989 y 2008.
Más que histórico en este listado, casi ‘arcano’ era Carlos Sentís Anfruns (Barcelona, 1911-2011). Un periodista histórico que durante la Guerra Civil combatió en las filas facciosas, en las que fue alférez provisional y secretario del ministro sin cartera del falangista Rafael Sánchez Mazas. Su auténtica vocación fue el periodismo, que comenzó a ejercitar desde muy joven en Publicitat de la Lliga Catalana, ejerciendo durante la II Guerra Mundial como enviado especial de los diarios ABC, de Madrid, y La Vanguardia, de Barcelona, así como del periódico Clarín, de Buenos Aires.
Su historia periodístico-política fue muy dilatada, pero finalmente, en la transición, fue presidente de la Asociación de la Prensa de Barcelona (1974-1976) y director general de Prensa en el Ministerio de Información y Turismo, en el primer Gobierno de la Monarquía con Carlos Arias Navarro al frente (1976). Luego fue miembro del Consejo del Reino (1977-1978) y diputado de UCD por Barcelona entre 1977 y 1982.
Pocos saben que, a medio camino entre lo antiguo y lo nuevo se halla José Barrionuevo Peña (Berja, Almería, 1942). Aquel que fue minsitro del Interior y de Transportes con Felipe González, estaba también diplomado en periodismo, aunque poco ejerció como tal. Pero el título lo tenía, y fue, además, diputado del PSOE por Madrid entre 1986 y 1998.
Siguiendo con lo histórico, hay que mencionar a Manuel Cantarero del Castillo (Málaga, 192-Madrid, 2009). Es verdad que era Oficial de Marina (Escuela Náutica de Cádiz), pero, hijo de un republicano -su padre tuvo que exiliarse a causa de la Guerra Civil y murió en 1962 en Argentina- y de madre católica practicante, se licenció en Derecho, en Periodismo y en Sociología, ejerciendo en todos esos campos. Fue diputado de Coalición Democrática por Guadalajara entre 1982 y 1986, además de promocionar otras ofertas políticas.
En el camino de pasar a la historia está Anna María Balletbó Puig (Sant Pedor, Barcelona, 1943). Es licenciada en Historia Moderna y Contemporánea y en Ciencias de la Información (Periodismo) y trabajó como periodista en Tele-Exprés y Radio Nacional. Además, ganó las oposiciones a TVE en Barcelona, donde trabajó siete años, y fue excedente de la Facultad de Ciencias de la Información de Barcelona. Fue diputada del PSC-PSOE por Barcelona entre 1979 y 2000.