Infiltrados de la Guardia Civil en Marruecos avisan de que agentes marroquíes adiestran a inmigrantes para asaltar las vallas

Les llaman los ‘búhos’ y se trata de agentes de la Guardia Civil de incógnito infiltrados en campos de inmigrantes, como los que se hacinan en Marruecos, frente a las fronteras de Ceuta y Melilla. Su labor es la de investigar la procedencia de esos inmigrantes, las variaciones en su número, de qué países vienen, quiénes los dirigen, si están manipulados por las mafias y quiénes son los jefes mafiosos. Pero han observado que en el país vecino está empezando a ocurrir algo desconcertante: parece que los inmigrantes reciben entrenamiento para sus asaltos violentos a las vallas fronterizas por agentes que no acaban de distinguir: o son yihadistas o se trata de algún grupo ‘descontrolado’ de los servicios secretos de Marruecos.

España quiere que Marruecos vuelva a la senda de la cooperación para evitar más asaltos multitudinarios a las vallas de Ceuta y Melilla, y de eso pretende hablar el presidente español, Pedro Sánchez, con el rey Mohamed VI en una visita oficial a Marruecos. Esa visita es la que prepararon el expresidente Rodríguez Zapatero y el que fue su ministro de Asuntos Exteriores, Miguel Ángel Moratinos, quienes asistieron en Tánger, como invitados de honor, a la Fiesta del Trono, que conmemoró la entronización de Mohamed VI como rey hace 19 años.

A continuación, fueron recibidos en audiencia por el monarca en el palacio Marchane. Durante 45 minutos, conversó con ellos en español en compañía de su hijo, el príncipe heredero Moulay Hassan, de 15 años, y de su hermano, el príncipe Moulay Rachid. Los invitados españoles tuvieron tiempo de conversar sobre el actual problema migratorio, que ha quedado fijado en la agenda para despachar con las autoridades españolas.

Ahora bien, respecto a los ‘búhos’, España no reconoce oficialmente la existencia de estos grupos de infiltrados de los servicios de información de la Guardia Civil entre los inmigrantes que se hacinan frente a las fronteras de Ceuta y Melilla. Pero están ahí, según confirman a Extraconfidencial.com fuentes de la Benemérita. Han sido entrenados para vigilar el movimiento migratorio en el país vecino, pero, sobre todo, para tratar de averiguar y pasar información útil sobre la estructura de las mafias de inmigración que utilizan la desdicha de estos inmigrantes, la mayoría de origen subsahariano, para hacerse ricos.

No son sólo los ‘búhos’ los únicos que están infiltrados en los grandes grupos de subsaharianos que se concentran frente a las vallas de Ceuta y de Melilla. Según confirman a este periódico fuentes policiales, también hay infiltrados grupos especiales de la Policía que pertenecen al Servicio de Información Exterior. Suelen ser policías destinados en la Agencia Europea para la Gestión de la Cooperación Operativa en las Fronteras Exteriores de los Estados miembros de la Unión, el Frontex por sus siglas en francés, pero también los agentes encubiertos en las embajadas en países del Magreb y del África subsahariana con mayor salida de inmigrantes.

La misión de esos policías es idéntica a la de los ‘búhos’ de la Guardia Civil, pero a través de sus propios canales y buscando también información sobre la actitud de la policía marroquí con respecto a los inmigrantes: si actúan para alejarlos de las fronteras, si cooperan con los españoles o si se muestran pasivos antes, durante y después de los asaltos. Las fuentes consultadas reconocen que el grado de compromiso de los policías fronterizos marroquíes determina si Rabat va a arreciar en sus exigencias a España y a la UE para mantener la ‘paz’ en la frontera sur.

Ahora bien, esos ‘búhos’ y esos policías infiltrados son los que han detectado que hay agentes no identificados en el lado marroquí que están entrenando a los inmigrantes para que utilicen la violencia en sus asaltos a la valla, como el asalto recientemente ocurrido en la zona de la Finca Berrocal, el punto más débil de la frontera con Ceuta debido a áreas ciegas donde las cámaras no llegan a detectar a los inmigrantes.

Esos ‘agentes no identificados’ que entrenan a lo subsaharianos con artes de guerra de guerrillas igual podrían ser yihadistas que miembros de los servicios secretos marroquíes. Algo que no está aún muy claro.

Así se explica, según las fuentes informantes, que en este último enfrentamiento con la Guardia Civil y las fuerzas de seguridad marroquíes en Ceuta, los subsaharianos emplearan, además del acostumbrado arsenal de pértigas, mazas o cizallas, otro tipo de herramientas de alta letalidad, como radiales alimentadas por baterías y, por primera vez, cal viva y lanzallamas caseros realizados a partir de sprays. Veintidós agentes tuvieron que ser atendidos de heridas de diversa consideración, cinco de ellos en el hospital por quemaduras químicas.

Algo que empieza a detectarse también en Melilla, con los subsaharianos hacinados en torno a Nador, en sus aproximaciones a la frontera con Melilla por la zona comprendida entre el aeropuerto y el puesto fronterizo de Barrio Chino, en un tramo de 800 metros de amplitud. No es casual, dicen fuentes de la Benemérita, el empleo de armas letales para asaltar las vallas de ambas ciudades españolas, unas armas para las que se necesita no sólo ingenio, sino adiestramiento.

En Información se sospecha que estos asaltos tan violentos puedan conllevar en las próximas fechas una elevación de las exigencias de ayudas por parte del gobierno de Mohamed VI. Alegan las citadas fuentes que ya ha ocurrido algo similar en el pasado y que no se descarta que esos mismo esté ocurriendo ahora.

Los guardias civiles, angustiados: “Estamos desbordados”

En todo caso, Extraconfidencial.com ha tenido acceso a los post de los guardias civiles en sus redes en WhatsApp y Telegram, en los que se puede leer la angustia de los agentes de este Cuerpo destinados en ambas plazas de soberanía. “Se está ocultando o se dan datos disminuidos… están entrando millares de nigerianos y musulmanes violentamente en nuestras fronteras del sur de España. Cientos de guardias civiles heridos y de baja por agresiones graves, ocultándose… Guardia Civil pide apoyo y no lo hay… estamos desbordados…”, escribe en un post uno de estos agentes en Ceuta.

“Pasar a todos los contactos posibles…”, pide otro guardia civil en uno de los grupos internos de chats en Telegram. Otros son más radicales, como éste: “Las TV y radios están silenciadas, y los partidos igualmente…”, según se queja un guardia civil en un foro interno en Telegram que cuenta con más de 500 asociados: “Hay que reaccionar… rechazar inmediatamente esta invasión y apoyar a la Guardia Civil como única vanguardia de lucha policial o armada que nos queda…”.

Otros son mucho más radicales y escriben cosas como la siguiente: “SOS… Pásalo… Pásalo… España en peligro… nuestras calles y casas ya mismo en peligro… cuando puedan organizarse todos los que van entrando habrá alzamiento armado violento contra los españoles…”. O, también: “[Los inmigrantes] Han pasado de la resistencia pasiva al ataque con sprays para quemarnos”, según escriben en uno de los grupos en Instagram, añadiendo que “no tenemos medios y tenemos que llegar al cuerpo a cuerpo”.

Algunos elevan su enfado hasta Pedro Sánchez y dan determinados ‘consejos’ a sus propios mandos de la Benemérita: “Debería el General de Zona de la Guardia Civil, ordenar que todos los «invasores», que han humillado y maltratado a los guardias civiles del GRS, sean introducidos en furgones y llevados a la casa que pagamos todos los españoles y que hace poco reformo tú mujer… Quizás pensando en la llegada de nuevos invitados…”.

En fin, que los post a los que ha tenido acceso este periódico se suceden de una forma similar, aunque van subiendo progresivamente de tono: “El efecto llamada ya está aquí y ahora nos lo comeremos los españoles”, apunta otro guardia en otro grupo de WhatsApp, y continúa: “La Guardia Civil no fue creada para ser humillada por extranjeros. Si hoy mismo hubiese ocurrido lo contrario… los podemitas/socialistas hubiesen salido en procesión, hablando de la brutalidad de la Guardia Civil”.

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