Estaba el cronista esperando carta. En realidad, estoy esperando carta desde principio de año: la Seguridad Social tiene que enviarme comunicación sobre lo que va a pagarme este año. Pero comprenderán que la noble institución no tiene prisa en comunicarme nada de forma rauda, la ignorancia del usuario es fundamental para el correcto funcionamiento de la institución.
En ésas estaba yo, cuando al buzón de mi casa ha llegado nueva y oportuna propuesta: se ha instalado en Arganda el Maestro Nema. Este sí que es visionario: se proclama, eso sí en vieja octavilla, protagonista de una “adivinación completa” y ofrece, en su carta de servicios, un “trabajo serio y eficaz” para la solución de una larga serie de problemas.
Ahora que teníamos “al sagrado corazón de la vaca” lo más moderno del mercado de X (antes twitter), para echarle una mano a la izquierda del caviar y la izquierda caníbal, quizá haya que pensarse lo del Maestro Nema, que al parecer “soluciona todo tipo de problemas”.
Su octavilla tiene el mismo valor que una estampita de la nueva piedra, base de nuestra religión, Lalachus. ¿Por qué no creerle?
No es la primera vez que se glosa en este blog la presencia entre nosotros de afamados videntes africanos. Los maestros Fatajo y Sadoba precedieron al nuevo especialista en el mercado de la magia.
Como ciudad cosmopolita y moderna que somos, disponemos de la más completa de las ofertas en el mercado: al cura y al sacristán de toda la vida, portavoces de la magia oficial, se han unido toda clase de cultos y remedios espirituales para tranquilidad y sosiego de las almas atribuladas. Los portavoces del estado del bienestar andan ocupados jorobando al personal y no tienen tiempo de los consuelos materiales que les son propios.
Fiel a su “branding personal”, los valores del chamán y vidente sólo pueden basarse en la austeridad y el desprendimiento material, humildes pero eficacísimos boletos a tamaño octavilla y tinta azul en los que el Maestro NEMA ofrece sus servicios de “Adivinación Completa y Clara”.
Nos presenta Nema, su promesa de que “soluciona todo tipo de problemas, trabajo, salud y amor, recupera parejas, amarres de fuerte atracción, unión y separación”.
En estos tiempos que corren no es pequeña cosa, lo que demuestra su sabiduría, que el maestro se ocupe de “atracción de clientes en bares, tiendas y restaurantes”. El Chamán del pequeño comercio, nos sitúa en una nueva perspectiva del mercado espiritual que no dejará de preocupar a la vicepresidencia del Gobierno.
Pero, a cambio, la carta de servicios del Maestro concluye con dos promesas que no pueden ignorarse: “Elimina brujerías y mal de ojo” y – presten atención- : “Ayuda a la impotencia sexual”. Es, además, “especialista de problemas matrimoniales”.
El Maestro NEMA se ofrece a visitas a domicilio, pero también a llamadas telefónicas, ofreciendo una garantía de tres a siete días para sus resultados, al tiempo que ofrece una larga jornada laboral entre las 8 y las 21 horas. Cosa que imagino será inmediatamente prohibida por la autoridad competente.
No debe resultar sorprendente la ausencia de cualquier referencia a la crisis de la vivienda. Como comprenderán, los espíritus africanos no conocen otro estado que el de la crisis desde su nacimiento, y no saben distinguir nuestras cuitas con la Banca o la crisis de precios o habitacional.
Su prueba está resuelta con una notable addenda en la nueva carta de servicios del Chamán: sus espíritus no sólo son ahora los más eficaces, sino ofrece unos “resultados al 100% garantizados”. Entre tres y siete días resolverá sus problemas. Cosa que sitúa al Chamán y vidente a la cabeza de la oferta mágica en nuestra ciudad. Tanto es así que, con la salvedad de Huelva, desde donde me llegan notables ofertas de esta naturaleza, gracias al análisis siempre certero de Paco Revuelta, el Maestro NEMA compite sobradamente con el corazón de la vaca. Nada que hacer Lalachus… ha llegado el Maestro Nema.