Los conductores españoles beben menos al volante, pero aumenta el número de los que conducen drogados

Parece que los conductores españoles beben menos, pero se drogan más cuando van al volante. Son datos de un reciente estudio comparativo de la Guardia Civil, en el que se observa cómo se ha disparado la cifra de conductores que, al ser sometidos a controles en carretera o en ciudad, dan positivo en los diferentes tipos de droga. Parece que hay menos beodos, desde luego, pero aumentan de forma considerable los consumidores de drogas al volante: casi un tercio de los controles realizadas resultan positivos.

Desde hace años, la Agrupación de Tráfico de la Guardia Civil no descansa en carretera, pero tampoco la Policía Municipal en las grandes ciudades. Ambos Cuerpos han intensificado sus controles para intimidar al ciudadano y conseguir que no se conduzca cuando se ha bebido. Los resultados son excelentes en ese campo: ha disminuido el número de beodos al volante, según todos los informes. Sin embargo, las estadísticas obtenidas en base a los análisis a conductores efectuados en los últimos años arrojan un resultado sorprendente: aumentan considerablemente los casos de automovilistas que lo hacen bajo los efectos de las drogas.

En 2017 -último año de la estadística de la Dirección General de Tráfico-, nada menos que un total de 31.165 conductores dieron positivo en los controles de drogas que se realizaron. A lo largo de ese año se practicaron 89.812 pruebas aleatorias en los diferentes controles establecidos, lo que ofrece el increíble porcentaje del 34,7% de automovilistas que circulaban bajo los efectos de las drogas.

El dato es muchísimo más preocupante si se tiene en cuenta que un año antes, en 2016, se realizaron 65.169 pruebas aleatorias entre conductores, de las que 25.669 dieron positivo en conducción bajo las drogas. Es decir, que los porcentajes no descienden, lo que parece indicar que los españoles respetan la prohibición de conducir bajos los efectos del alcohol, pero muchos de ellos cambiándolo por drogas.

Hay otro dato curioso en ese estudio de Tráfico: la mayoría de los conductores que dan positivo en drogas lo son por marihuana, hachís, chocolate, etc., pero aumentan considerablemente los casos de drogas más duras, y muy especialmente el consumo de metanfetaminas.

Como se sabe, la metanfetamina es un estimulante sumamente adictivo que afecta el sistema nervioso central. La mayor parte de la metanfetamina que se usa en España viene de laboratorios internacionales, pero también se puede producir fácilmente en pequeños laboratorios clandestinos con ingredientes relativamente económicos que se pueden conseguir sin receta médica.

La metanfetamina se conoce comúnmente como “anfeta”, “meta” y “tiza” en español, o como “speed”, “meth” y “chalk” en inglés. Generalmente se refiere a la forma de la droga que se puede fumar como “hielo” (“ice”), “cristal” (“crystal”), “arranque” (“crank”) y “vidrio” (“glass”). La metanfetamina aumenta la actividad y el habla, disminuye el apetito y produce una sensación general de bienestar. Pero, a diferencia de la anfetamina, penetra más en el cerebro, haciendo de ella una droga estimulante más poderosa y con efectos más duraderos. De ahí que afecte tanto a la conducción.

Otros datos también curiosos en el estudio de Tráfico al que hemos tenido acceso son los relativos a la distribución territorial de los conductores bajo los efectos de drogas. Por ejemplo, en Santa Cruz de Tenerife que, con menos población que en otros territorios, sobre un total de 1.052 pruebas realizadas a otros tantos conductores más de la mitad, concretamente 537, dieron positivos en drogas, 9 de los cuales lo fueron por metanfetaminas. Por seguir con Canarias, en Las Palmas, de 2.646 pruebas 1.252 fueron positivas, 70 por metanfetaminas.

En otros sitios de la geografía nacional los datos son muy similares, como en Pontevedra, donde en 2017 de 3.218 controles realizados 1.332 fueron positivos, con 43 afectados por metanfetaminas, algo que preocupa mucho a tráfico. Aunque las cifras parece que ‘explotan’ en las Islas Baleares, donde, de 1.878 pruebas realizadas, nada menos que 1.173 (el 62,46%) fueron positivas por drogas, con 202 casos de metanfetaminas. Es uno de los índices de mayor consumo en toda España.

Otros puntos ‘calientes’ son Valencia (2.407 pruebas con 1.290 positivos por droga y 116 por metanfetaminas) y Madrid (9.084 controles, con 1.833 positivos y 182 casos de metanfetaminas).

 

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