Los métodos de las mafias chinas para blanquear y evadir dinero de España: las operaciones que persigue la policía

Las ‘mafias chinas’ llevan años lavando dinero negro procedente de sus actividades comerciales, lícitas o no, eludiendo el pago de impuestos y repatriando las ganancias a China, a razón de unos 300 millones de euros al año. Un auto de imputación de los dirigentes, tanto de la matriz en Europa, Luxemburgo, del Industrial and Commercial Bank of China (ICBC) –el mayor banco del mundo– como de su sucursal en España, por el titular del Juzgado Central de Instrucción nº 2 de la Audiencia Nacional, Ismael Moreno, revela las prácticas y métodos empleados por las bandas chinas para defraudar a la hacienda española: el banco facilitó supuestamente la evasión de impuestos de siete de cada diez euros que las mafias chinas repatriaban.

El Servicio Ejecutivo de la Comisión de Prevención del Blanqueo de Capitales e Infracciones Monetarias (SEPBLAC) dirigió el pasado mes de marzo al juzgado de Instrucción nº 7 de la localidad madrileña de Parla un informe sobre las actividades del Banco de China Industrial y Comercial, que se estableció en España en 2010, con una única oficina en el paseo de Recoletos de Madrid. Según ese informe, a dicho Servicio le extrañó que en cuatro ejercicios, de 2011 a 2014, el ‘Modelo 171’ –que obliga a las entidades bancarias a declarar las imposiciones, disposiciones de fondos y cobros realizados por sus clientes por importe superior a 3.000 euros– no registrara ninguna operación bancaria de las consideradas rutinarias, como las de préstamos, hipotecas, etcétera, y se limitara exclusivamente a operaciones de imposiciones, disposiciones, pagos y cobros.

Así las cosas, el SEPBLAC dedujo que el negocio bancario del ICBC consistía exclusivamente en captar efectivo; una deducción confirmada por cuatro operaciones de los cuerpos de seguridad con el fin de desmontar las mafias chinas, así como el precedente de una multa de 1,05 millones de euros impuesto a MoneyGram España, la multinacional especializada en envío de dinero a nivel global, por infracción “muy grave” de la ley de Prevención del Blanqueo de Capitales, al no informar de las cantidades millonarias que se enviaban a China desde sus oficinas de Madrid.

El informe del SEPBLAC concluía que el ICBC facilitaba la operativa bancaria a grupos criminales para ocultar, encubrir, transformar en otros productos bancarios, unos falsos y otros aparentemente reales, como préstamos a clientes en otros países, y transferir sus millonarias ganancias a China eludiendo las imposiciones fiscales españolas.

En base a ese informe, la instrucción de la causa abierta por el juez Ismael Moreno contra los directivos del ICBC concluye que, según los cálculos de la Fiscalía Anticorrupción, el banco ha facilitado la evasión de impuestos de siete de cada diez euros que las mafias chinas repatriaban.

Cuatro operaciones contra las mafias chinas

Cronológicamente, la primera operación judicial y policial contra las mafias chinas data de 2012, la llamada ‘Operación Chequian-Emperador’, centrada en el polígono industrial madrileño Cobo Calleja, en Fuenlabrada –400 naves en 160 hectáreas, casi todas propiedad de comerciantes orientales, que emplean a 10.000 trabajadores, la mayoría chinos–, además de varios pisos en Madrid capital y Getafe. Esta operación estaba en conexión con otra en marcha, la Chequian, que había detectado que se estaban sacando miles de kilos de billetes de euros a través de aeropuertos y por carretera.

En ese caso, aún sub iudice pero que ha originado graves problemas diplomáticos con China, la policía española detectó que la banda, comandada por un marchante de arte llamado Gao Ping, con gran ascendiente en la comunidad china y muy introducido en la sociedad madrileña, disponía de una gran cantidad de dinero negro y que lo blanqueaba entregándolo en efectivo a millonarios españoles con cuentas en paraísos fiscales y que éstos lo devolvían, con una comisión del 3%, mediante transferencias de esas cuentas a China.

En un primer registro de su chalet en la exclusiva urbanización La Finca, afloraron 12 millones de euros en efectivo. 73 de los 87 detenidos en esa operación, pasaron a la Audiencia Nacional. Del estudio de la documentación incautada salieron a la palestra conocidos empresarios y figuras conocidas del panorama nacional, así como cómplices aduaneros y policiales.

Así es el modus operandi de las mafias chinas

El modus operandi de las mafias chinas es sencillo: eluden el pago de impuestos en España y la Unión Europea del 70% de las mercancías chinas que importan —sobre todo, textiles, juguetes y calzado—, de las que, además, infravaloran su valor. Seguidamente, la evasión de los inmensos capitales se suele realizar, según la policía, a través, supuestamente, del ICBC, con un acuerdo de corresponsalía que éste firmó con Caixabank en 2011.

Este modus operandi lo ha venido persiguiendo la policía tras las operaciones Juguetes y System, en 2015, que se cerraron con una treintena de detenciones cada una, y tras la operación Sneake, igualmente en el polígono industrial Cobo Calleja, así como 65 registros en toda España, con 47 imputados y 32 detenidos.

Todo ello permitió al citado Juzgado de Instrucción nº 7 de Parla inhibirse en favor de la Audiencia Nacional, causa que recayó por reparto en el Juzgado Central de Instrucción nº 2 de la Audiencia Nacional, que ha dictado ahora un auto de imputación que deja al descubierto las prácticas fraudulentas del banco chino para lavar el dinero negro procedente de los fraudes a la hacienda española de diversos grupos de negociantes chinos, las ‘mafias chinas’.

Se calcula extrajudicialmente que el importe de lo defraudado a hacienda por las mafias chinas pueden superar los 300 millones de euros al año, cifra que no podrá terminar de establecerse hasta que concluyan las diversas causas instruidas contra los defraudadores a raíz de las citadas operaciones policiales y judiciales.

Las operaciones mafiosas para ‘exportar’ capitales

A título de ejemplo, un informe de la Oficina Nacional de Investigación del Fraude (ONIF) al juzgado de Parla señala que el Grupo Sneake, el de Gao Ping, declaró en 2011 ante la Aduana Española 10.909.187,30 euros por 2.871 partidas “cuando su valoración en Aduanas por esas partidas, unidad y peso debió satisfacerse unos aranceles por valor de 76.274.878,48 euros” o, en otra declaración, dicho grupo declaró valores de 6.056,413, 07 euros por 2.782 unidades “cuando su valoración en aduanas por esas partidas, unidad y peso debió satisfacerse unos aranceles por valor de 56.686.701, 49 euros”.

Ante esos informes policiales, el juez Ismael Moreno ha acordado dirigir el procedimiento contra el Banco Industrial and Commercial Bank of China Europe S.A. (ICBC Luxemburgo) como persona jurídica, por su presunta participación en delito continuado de blanqueo de capitales del artículo 302.2 del Código Penal. En ese aspecto, afirma que el ICBC blanqueó 9.225.640,30 euros en el periodo investigado, de 2011 a 2014, así como otros 60.139.129,53 euros a través de las cuentas abiertas en Caixabank en virtud del acuerdo establecido entre ambas entidades, sin que la española tuviera participación en las operaciones ilícitas ni dejara de observar todas las precauciones contra el blanqueo que exige la ley.

Los métodos para el blanqueo y la evasión de capitales

Esas ingentes cantidades de dinero extraídas de la defraudación aduanera y del falseamiento de las facturas de la venta al por mayor de las mercancías comenzó a blanquearse y evadir de manera artesanal, mediante métodos tan simples como los correos físicos y los llamados ‘pitufos’. Los primeros viajaban literalmente forrados de billetes –tantos que, como le ocurrió al propio Gao Ping en el aeropuerto de Barajas, sonaron las alarmas de los arcos de seguridad por las inserciones metálicas de los 300.000 euros que llevaba– y los segundos, los llamados ‘pitufos’ eran una legión de empleados que remitían a China remesas de menos de 3.000 euros, el límite de alerta, como si fueran de inmigrantes, y no repetían el envío antes de noventa días para no despertar sospechas.

Métodos arcaicos, como se ve, que precisaban un gran número de colaboradores, con muy poca seguridad en el caso de los correos y muy poca cantidad en el de los segundos. La Fiscalía Anticorrupción calcula que fueron evadidos así unos diez millones de euros en el quinquenio 2002-2007.

Se utilizaron a continuación el transporte en camiones de reparto de mercancías, que viajaban con grandes cantidades de dinero para, desde países del este europeo con menores exigencias bancarias, enviarlo a China. Los atracos de estos transportes debieron de ser numerosos, pero la policía sólo descubrió uno de ellos gracias a la denuncia de uno de los chóferes, que dijo haber perdido toda la mercancía cuando iba camino del puerto de Barcelona a embarcarla; convenientemente interrogado, terminó por confesar que lo que en realidad le habían robado eran cinco millones de euros que transportaba.

De aquí pasaron al lavado doméstico ya explicado, mediante defraudadores españoles con cuentas en paraísos fiscales y, finalmente, al definitivo y provechoso trasvase bancario contra el que el juez Ismael Moreno dirige su auto de imputación por un delito continuado de blanqueo de capitales.

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