Sé que les debo una explicación: sobre la purria fiscal que hemos vivido y, también, sobre la continuidad de la primera entrega que les propuse sobre el progresismo sin causa. Y esa explicación que les debo se la voy a pagar, pero no será hoy.
Ustedes lo saben: desde el viernes no estamos para cosas sesudas, cosa que me dicen en la radio y yo cumplo escrupulosamente. No se equivoquen, el que no sea análisis sesudo no quiere decir que no sea asunto serio.
Hace un par de semanas recibí uno de mis habituales boletines tecnológicos, hay que estar al día. El titular dejado en mi bandeja de correo era genial, pero inquietante: “Tu iPhone sabe que estás soltero antes que tú”.
Alucinante. Pero es más alucinante saber que la historia era realmente cierta: un desarrollador de sistemas de Nueva York, que estaba probando (en beta) las nuevas funciones de inteligencia artificial del iPhone, observó una larga lista de mensajes de su novia, tras haber tenido una discusión con ella.
Le pidió a su iPhone un resumen y éste fue lacónico, pero dramático, supo que su relación había terminado con estas palabras de la IA: “Te dejó, quiere venir a buscar sus cosas a tu casa”.
La inteligencia artificial obtuvo esa conclusión tras la avalancha de mensajes de la señora y decidió hacerle un resumen frío, pero realista, de lo que creía que iba a suceder, aunque no había sucedido, ni había sido anunciado, al protagonista sufridor de la historia.
Pero, ¿es correcto que una inteligencia artificial intervenga de esta manera en una relación entre dos seres humanos? Vayan acostumbrándose, la interacción humana será prescindible.
Desde finales de octubre el nuevo sistema operativo de Apple está disponible y los resúmenes que la inteligencia artificial hace de las notificaciones de los usuarios se están convirtiendo en un género literario allí donde está operativo.
El sitio web “The Verge” informa de una muestra hilarante de estos resúmenes. El mensaje de una madre que le dice a su hijo que su excursión fue muy agotadora, así permanece en la aplicación, en el resumen de la inteligencia artificial se convierte en “tu madre intentó suicidarse”.
Las notificaciones de los sensores sobre el paso de varias personas cerca de la casa de un usuario de iPhone se convierten en “atención, intento de invasión masiva de la casa”.
El resumen del correo electrónico suele ser incluso más incomprensible y entretenido, pero rara vez es realmente útil. Sin embargo, Apple Intelligence nació con la intención de simplificarnos la vida: usted sufre esos grupos de guasap con decenas, a veces cientos, de usuarios, que envían mensajes todo el día. Piensa qué estupendo sería recibir simplemente a alguien que te cuenta que pasó mientras tú hacías otra cosa. Pues eso es lo que han pensado los de Apple, otra cosa es que la IA de su teléfono le dirá un día: “tus amigos son una secta”, avisado o avisada queda.
El problema no es sólo que estos resúmenes siguen siendo inexactos, sino que no captan la ironía, los dobles significados o las exageraciones de ciertos modismos. Son defectos que se superarán, nos dicen. Pues ya lo tenemos: la inteligencia artificial se encarga.
El problema es: ¿realmente queremos que una inteligencia artificial lea todos nuestros mensajes? ¿Y queremos descubrir que hemos sido abandonados por alguien por una predicción de nuestro smartphone? ¿Y está de acuerdo con que un algoritmo resuma el significado del largo mensaje que escribió con infinita atención para su hijo o hija en tres o cuatro palabras?
No responda demasiado deprisa: Apple Intelligence estará disponible para ustedes en primavera, probablemente, seguro que para entonces se formará usted una opinión. Si un día le dice, “colega, estas soltero o soltera”, y se entera por la IA, no se queje: usted lo ha comprado.
Me temo que no acabará de gustarle. La IA le dirá quién va a ganar el partido de futbol, le hará “spoiler” de casi todo lo que lea, o de cada película que decida comentar en el correo con sus amigos. En fin, el futuro ha llegado y se llama chismorreo absurdo.
Mire, ha llegado el “Black Friday” otra vez. No se compre un cachivache preparado para el chismorreo, cómprese un libro, o cualquier cosa parecida.
Como saben, el fin de semana bebo un vinito a su salud, me sentiría más cómodo si no se lo cuentan al iPhone, vaya usted a saber qué correo deprimente me envía sobre los efectos del alcohol o a lo peor la IA me dice: “Tus amigos vomitan con el verdejo” y tengo que tener unas palabras con ustedes.
Tengan un buen fin de semana y huyan de la IA de sus teléfonos. Mejor, hagan como yo y compren un teléfono chino, serán espías, pero no se les pondrá cara de tontos.