Si Él no te llama, no estás en el centro
¡Qué dura es la vida del gran conductor! No ha bastado la súbita conversión al atlantismo, abandonado desde la sentada de Zapatero ante la bandera americana, respondida con amores marroquíes de la diplomacia yanqui, que daño ha hecho y sigue sometiendo a paseíllos intolerables al áureo líder.