Y Pablo se convirtió en la bruja Melisandre

No lo hizo en su atropellado discurso triunfal, que para esas cosas Mariano Rajoy debe ser muy reservado. Tampoco el inmenso “Gracias” rotulado en el cartel instalado bajo el balcón de la victoria, en Génova, 13, personalizaba en nadie el agradecimiento. Pero si a alguien debe su supervivencia y resurrección el todavía presidente en funciones…