Menos mal que mandan ellos
¿Se imaginan que pasaría si la derecha gobernase aquí en plena epidemia del coronavirus? ¿Y si lo hiciese con las contradicciones, vacilaciones, meteduras de pata y demás desmanes del Ejecutivo de Sánchez-Iglesias?
¿Se imaginan que pasaría si la derecha gobernase aquí en plena epidemia del coronavirus? ¿Y si lo hiciese con las contradicciones, vacilaciones, meteduras de pata y demás desmanes del Ejecutivo de Sánchez-Iglesias?
He leído estos días en WhatsApp argumentos a cuál más peregrino tratando de justificar la estampida semanal de algunos barceloneses, bilbaínos, madrileños o valencianos hacia sus segundas residencias, en plena cuarentena del coronavirus.
Inopinadamente, el pasado jueves Pablo Iglesias se puso al frente del comando anti pandemia en una inesperada comparecencia televisiva. Ni cuarentena por el contagio de su mujer, Irene Montero, ni otras consideraciones sanitarias o políticas vinieron al caso. Simplemente, el líder podemita vio en el coronavirus una cabalgadura en la que afianzar su creciente poder.…
He escrito tantas veces sobre mi activismo contra el régimen de Franco, que ya no tiene gracia. Aun así, sigo temiendo qué me puede deparar la próxima ley contra la apología del franquismo. ¿Será delito decir que era General?, que sí lo fue, o ¿que mandó construir pantanos?, que sí lo hizo.
No hace falta esperar al final de la epidemia del coronavirus para saber que a partir de entonces nuestra vida va a ser muy diferente de la de hasta ahora.
Habrá un tiempo en el que el coronavirus ya no sea más que un recuerdo. Un terrible y desolador recuerdo, pero cosa del pasado. Como en su día lo fueron las dos guerras mundiales y su secuela de millones de muertos.
Me preocupa la proliferación de fascistas, a tenor del aumento de calificaciones de tales a los colectivos y a las personas más variadas.