El equipo de gobierno del Ayuntamiento de Madrid ha paralizado todo tipo de ayudas nuevas a la dependencia. La decisión fue adoptada el pasado mes de noviembre y desde entonces las juntas de distrito de Madrid mantienen en suspenso -en ‘trámite’ inacabable, en argot- las prestaciones solicitadas por familias que tienen a su cargo personas dependientes. Ese recortazo social del Ayuntamiento dirigido por Podemos y apoyado por el PSOE es parejo, sin embargo, al pago de suculentos contratos a dedo para cuestiones baladíes, como al del equipo donde figura la hijastra de Fidel Castro para cambiar el callejero o a los titiriteros supuestamente proetarras que han sido imputados en la Audiencia Nacional por expresar una mentalidad violadora y asesina -entre otras cosas colgaban a un juez, ¿o sería jueza, como Carmena?-, como denuncia Extraconfidencial.com.
Atrincherada en su sueldo de 100.000 euros brutos al año -7.142,85 euros brutos al mes en 14 pagas, igual que cobraba Ana Botella, la mujer de José María Aznar– la alcaldesa de Madrid, Manuela Carmena, ni siente ni padece: la oposición dice de ella que no se entera de nada, que el núcleo duro de Podemos, donde se encuentran desde la portavoz municipal, Rita Maestre, hasta el quema_judíos_en_ceniceros Guillermo Zapata, pasando por la responsable de Cultura, la excéntrica Celia Mayer, dirigen con mano de hierro el Ayuntamiento madrileño.
Son ellos, junto al concejal de Economía y Hacienda, Carlos Sánchez Matos -proveniente de IU-, quienes han decidido que, antes que bajarse los sueldos o poner coto a determinadas acciones manirrotas de Mayer, o de otros, es mucho mejor hacer como hizo Mariano Rajoy: practicar el recortazo en las prestaciones sociales que venía manteniendo el consistorio.
En concreto, y según ha sabido extraconfidencial.com de fuentes de absoluta solvencia, el núcleo duro del equipo de Carmena tiene paralizadas desde noviembre de 2015 todas las peticiones nuevas de ayudas a la dependencia. Es decir, que familias que tienen en su seno a un familiar dependiente ya pueden desgañitarse pidiendo plazas en centros de día, o simplemente horas de ayuda de trabajadores sociales en el domicilio: la respuesta es el silencio administrativo, o lo que es lo mismo: que el expediente se está tramitando, pero in eternum.
Según esas fuentes, no existe una orden escrita de paralización de ayudas, faltaría más, pero la decisión se ha comunicado de forma verbal a todos las juntas de distrito de tal manera que quienes tienen peticiones de trabajadoras sociales -36 horas al mes, que es, por ejemplo, lo máximo que se concede- sus expedientes duermen el sueño de los justos. Hay que señalar, además, que el precio de estas horas de trabajadoras sociales son abonadas en parte por los propios beneficiarios, según la cuantía de su pensión. Pero ni por esas: el Ayuntamiento no cede bajo el argumento de que no hay dinero, el mismo argumento que tenía Rajoy para rebajar pensiones, pagas a funcionarios, recortar en sanidad, etc.
Sueldazos y clientelismo político
Ese argumento no es válido, sin embargo, para los sueldazos que cobran los podemitas que acaban de pisar moqueta: Carmena sigue cobrando del Ayuntamiento de Madrid 7.142,85 euros brutos al mes (en 14 pagas) -el mismo sueldazo que tenía Ana Botella-; los delegados de Área, 6.701,4 euros, y los concejales-presidentes de juntas de distrito, 6.555,71 euros. No está nada mal para un quipo nuevo que llegó al ayuntamiento asegurando que se dejarían la piel para paralizar los desahucios, aumentar las ayudas sociales y acabar con los enormes sueldos oficiales y hábitos corruptos de etapas anteriores tales como adjudicaciones a dedo.
Pero la realidad es otra, según la información oficial: por ejemplo, la primera teniente de alcalde de Madrid, Marta Higueras, mantiene el sueldo de su predecesor, de 97.900 euros brutos al año. Además, Rita Maestre, como portavoz -que se hizo famosa por asaltar una capilla católica en la Universidad madrileña enseñando las tetas y que después le subió el nivel funcionarial a su padre, pasando de un 28 a un 30-, tiene asignado un sueldo de 93.820 euros al año, es decir, unos 6.700 euros al mes.
Los otros nueve concejales de gobierno del Ayuntamiento cobran lo mismo: 93.820 euros brutos al año. Para los concejales delegados, el salario establecido inicialmente es de 91.780 euros, lo mismo de los ediles presidentes de distrito.
Ahora bien, Podemos impone a sus cargos públicos un tope salarial equivalente a tres veces el salario mínimo interprofesional. Este año está fijado en 648,60 euros al mes. Y dicen ellos -aunque habría que verlo- que el resto de la nómina se destina, a partes iguales, a las arcas del partido y a fines sociales… es decir, a los fines sociales que ellos quieran con la idea de ir creando clientelismo político.
Contrataciones a dedo, como en el régimen franquista
La aparente falta de recursos con la que justifican el recortazo a las nuevas peticiones de ayudas por dependencia no es óbice para que, paralelamente a lo anterior, el Ayuntamiento de Carmena abuse de los contratos menores para no tener que llevar obras a concurso, sino dárselas directamente a dedo a quienes ellos quieran, tal y como ha denunciado la portavoz del grupo municipal de Ciudadanos (C’s) en el Ayuntamiento de Madrid, Begoña Villacís.
Según Villacís, que pone el dedo en la llaga de las acciones realizadas por la concejala de Cultura, Celia Mayer, «la gestión de la memoria histórica ya empezó mal con un contrato propio de la vieja política, de 17.999 euros», es decir, menos de 18.000 euros para no tener que ir a concurso y adjudicarlo a dedo.
«A la vista de que el contrato de la memoria histórica no es el único que está bajo sospecha, desde Ciudadanos estamos trabajando en una propuesta para depurar los contratos menores y que sean más transparentes», acaba de anunciar Villacís, que ha advertido a Ahora Madrid que «la normativa debe cumplirse y la transparencia debe demostrarse en el día a día de la gestión y no quedarse solo en un eslogan de campaña».