¿En qué momento empezamos a pensar que la industria armamentística no iba a provocar guerras? Israel tiene más de 150 empresas armamentísticas activas con ingresos de 4.200 millones de dólares anuales. ¿Alguien esperaba paz en Oriente Medio?
Lockheed Martin, empresa armamentística estadounidense, factura 71.000 M U$ al año. Tres países, EEUU, China y Rusia, suponen el 54% de las ventas de armas en el planeta y el tamaño del mercado global es de 2.680 billones, con b, U$. Cada año.
¿De verdad alguien creía que los misiles, los tanques y los cazas se iban a quedar acumulando polvo en los cuarteles de los compradores? Como todos, éste es también un negocio de reposición: si los clientes no usan los productos, no se fabricarán más. Así que hacen que los usen.
Hemos prohibido las palabras negro o maricón, hemos prohibido decir piropos, hemos prohibido fumar en todas partes y hasta hemos prohibido que nuestras mascotas se queden solas en casa. ¿Y a nadie se le ocurrió prohibir la fabricación y venta de armas?
Ahora estamos en un momento raro con un matón haciendo migas con un Putin mucho más listo y peligroso que él para discutir sobre una guerra en Europa, sin Europa. Los dos países mejor armados del mundo, junto con China, se hacen amiguitos para que uno de ellos deje de machacar a Ucrania sin contar tampoco con los ucranianos.
Trump quiere que las empresas estadounidenses reconstruyan Ucrania, exploten los recursos naturales del país y recuperen los 110.000 millones que Biden dio a Ucrania en armamento (y no 500.000 como dice Trump). Putin quiere quedarse con todo el territorio ucraniano incluyendo el Donbass. Trump acepta, claro, a él qué le importa.
Lo sensato, desde luego, es armarse a toda velocidad. Como dice Tom Hardy en Legend, uno no se presenta en un tiroteo con una navaja. Trump no puede sentarse a negociar elementos clave de la seguridad de Europa sin contar con nosotros y nosotros no podemos ir a esa negociación con una navaja suiza. Tenemos que aumentar la ayuda directa, política y militar a Ucrania, tal como estamos haciendo desde el viernes, pero también tenemos que incrementar nuestra inversión en defensa más allá del 2% PIB que ahora se reclama porque será insuficiente si vienen mal dadas. Recordemos, solo de pasada, que Trump también ha dicho ante el Congreso que de una manera u otra, se haría con Groenlandia.
La cosa es que cuando acabe su asqueroso expolio sobre Ucrania, Trump se irá a su país al otro lado del Atlántico y seremos nosotros, los europeos, los que tengamos que seguir con Putin mientras dure y con Rusia toda la vida, es una cuestión de geografía.
Europa también tiene que llamar a Putin y sentarse a hablar con él, no lo hemos hecho en tres años y deberíamos, pero para sentarnos en esa mesa y poder defender a Ucrania, lo que equivale a defender nuestros principios, necesitamos más armas y un sistema de defensa tan bueno como el paraguas nuclear francés.
Sorprendentemente para mí, Gran Bretaña se ha alineado contra Trump y se ha puesto del lado de la UE y Ucrania. No sé si los británicos son muy de fiar, habida cuenta del Bréxit y de sus históricamente excelentes relaciones con USA, pero lo cierto es que les desagrada Trump y creen, como nosotros, que el agresor es Putin y que hay que defender a Zelenski. La involucración y el apoyo del Reino Unido a Europa son clave. Y además, que sea Gran Bretaña le toca particularmente las narices a Trump.
Rusia va a estar ahí siempre y es sensato tener buenas relaciones con el vecino. Además, para negociar una paz lógica y duradera es necesario que Putin y Zelenski se sienten a hablar y los únicos que podemos provocar que eso ocurra somos los europeos. Por cierto ¿sigues comprando CocaCola en los bares o para tu casa? Yo no.