Inés Caso, la ceramista asturiana que lo dejó todo por el barro y que enseña cerámica soñadora

Inés Caso impartiendo un reciente curso en la prestigiosa Escuela de Cerámica de Avilés

Se la puede definir como una mujer sensible y soñadora. Inés Caso, ceramista desde hace más de veinte años y creadora de Terra Serena, piensa que trabajar con la arcilla es entrar en contacto con la raíz de la vida. Pertenece a esa generación que vive la artesanía como un proceso creativo en nuestro desarrollo personal. Trabajaba de forma estable en un estudio de diseño en Oviedo, pero lo dejó todo por el barro. Ahora, no sólo crea piezas con un planteamiento soñador y muy original –como su serie Albar y Oskuro-, sino que enseña a futuros artistas noveles a modelar la arcilla hasta convertirla en un material noble y bello.

La pasión por el arte la heredó Inés Caso de su madre, María Luisa, que inculcó a sus hijos respeto y amor por la artesanía, según confiesa esta artista asturiana que se mueve entre Asturias y Madrid y que ha hecho de la artesanía en cerámica algo más que una forma de vida: un taller de aprendizaje para niños, jóvenes y adultos, además de toda una filosofía de la existencia y de la resistencia humana.

En declaraciones a Off The Record, Inés Caso afirma que “siempre me gustó modelar; al principio, pequeñas figuritas en barro que no cocía y en otros materiales”. Aunque no siempre fue igual: su juventud se centró inicialmente en el deporte, vinculada especialmente al mundo del piragüismo; después trabajó durante varios años en uno de los más prestigiosos estudios de diseño de Asturias -donde colaboró con grandes artistas y diseñadores que le supusieron un gran referente-, y más tarde viajó a Londres, “donde continué consumiendo cultura y arte. Fue allí donde decidí que quería ser ceramista”.

Allí, en Londres, fue donde descubrió una faceta nueva: “El arte entre generaciones que reivindica su maleabilidad y sinfín de posibilidades más allá de su función decorativa”. En otras palabras, que era posible viajar desde la alfarería hacia la objetividad escultórica, una visión del arte y de la vida que empezaría a plasmar luego en sus obras.

A su regreso a España, primero se formó como alfarera-ceramista en Espacio Cerámica; pasó luego por la Escuela de Cerámica de Avilés, y después “no dudé en buscar a algunos de los mejores ceramistas nacionales e internacionales para seguir aprendiendo y hasta hoy no he dejado mi formación continua”, señala Inés Caso a Off The Record.

Inés es de las que opinan que modelar el barro es un proceso que “da rienda suelta a nuestra necesidad de afrontar profundos cambios existenciales”. Y así es como ha nacido ahora Terra Serena/ Cerámica Creativa, un proyecto cuyo objetivo principal es crear un sello y una línea de producción propia y peculiar, pero sustanciado, además, con el ferviente deseo de acercar el oficio de alfarero-ceramista a todos aquellos que aspiran a crear un mundo más comprometido con la estética, el bienestar y la Naturaleza.

El germen inicial de Afalagu Cerámica

Los alumbres pueden ser tóxicos

Inés creó su primer taller en 2004, en un entorno rural al que se había trasladado huyendo de la masificación de la ciudad. Creó la marca Afalagu Cerámica y pasó a formar parte de la Agrupación de Ceramistas de Asturias, de la que actualmente es su presidenta, que le supuso una corriente de aire fresco. Allí tomó contacto con muy buenos artistas “con los que me sentí muy arropada y en la que se compartían conocimientos con toda libertad”.

Fue un momento de expansión: participó en ferias por el Principado y en alguna exposición colectiva, pero empezaron a entrar los encargos a su taller, especialmente los galardones para pruebas deportivas. Algunos de los clientes que confiaron en Afalagu fueron la Universidad y el Ayuntamiento de Oviedo, el Patronato de Deportes de Siero, el Rally Princesa de Asturias y otras muchas organizaciones deportivas y no gubernamentales españolas.

Con la crisis que desató de forma mundial la pandemia sanitaria de 2020 “vi el momento de poner en práctica lo aprendido y convertí el desierto de encargos sobrevenido durante la crisis en una oportunidad para dar un giro más creativo a mi trabajo”. De ahí surgió la serie Cielo y Tierra, un excelente trabajo en terras sigillatas y cocciones experimentales.

De Afalagu a Terra Serena: un gran salto vital

Tras la pandemia, Inés regresó a Oviedo y emprendió su más ambicioso proyecto, Terra Serena, del que surgió la línea Albar y Oskuro, una serie nacida de la inspiración en los distintos conceptos que conforman su imaginario vital: la cerámica tradicional y contemporánea, y en particular de Japón, el equilibrio presente en los ecosistemas naturales y la dimensión espiritual del ser humano. Esta serie es una muestra más de que, para Inés, la cerámica artística es una vía constante para la creatividad.

 

“Las piezas de esta serie son una metáfora sobre la capacidad que poseemos para mantenernos resilientes ante las adversidades. De ahí que cada obra pueda posicionarse de dos formas diferentes: tumbada y alzada. Simbolizando que la superación ante la caída puede abrir nuevos caminos…”, afirma Inés Caso.

En definitiva, que con la colección Albar y Oskuro de piezas deformadas, Inés ha convertido la cerámica popular en una herramienta de activismo que reivindica la resistencia humana desde una perspectiva general, o incluso desde una perspectiva de género en particular, hasta la sostenibilidad.

Un saber compartido con niños y adultos

Pero el proyecto de Inés es mucho más ambicioso: no se trata sólo de elaborar interesantes líneas creativas, sino de ampliar el proyecto para transmitir su conocimiento a todos los interesados en vivir una experiencia artístico-artesanal a través de la cerámica. Ya ha empezado a impartir cursos en diversos puntos, centros de actividades -como el Centro de Actividades La Florida, en su barrio en Oviedo-, asociaciones culturales “y allí dónde me llamen”.

  

Con ese fin, Inés está reorganizando su taller en un céntrico local de Oviedo para recoger sus herramientas, barro, diseños y creatividad. Un espacio “en el que poder impartir también talleres de cerámica para adultos y niños, mantener experiencias con cerámica, seguir desarrollando mi actividad creativa y afrontar los encargos que vayan llegando a Terra Serena”.

Inés con los grandes ceramistas de La Factoría de Avilés, con los que compartió sus conocimientos sobre Terra Sigillata

Inés con Anabel Barrios, directora-ceramista de la Factoría de Avilés

De momento, Inés está muy ilusionada con los resultados del curso Saggar firing in aluminium que acaba de impartir en la prestigiosa Factoría Cultural de Avilés, donde ha compartidos sus conocimientos con profesores y alumnos de la Escuela de Cerámica, que pertenece a dicha institución, colegas de profesión y, en definitiva, artistas a los que ella admira mucho, como Anabel Barrios, directora ceramista en La Factoría; Lola Varela, profesora ceramista; Pilar Simón, ceramista; Luis Manuel Cora, alfarero, o Benjamín Menéndez, profesor ceramista en La Factoría, escultor, pintor… un artista multidisciplinar de gran proyección en Asturias.

Además, de cara al mundo empresarial, Inés está organizando distintos talleres para empresas que considera perfectos para reforzar lazos de comunicación entre compañeros y potenciar el trabajo en equipo. También prepara una exposición conjunta con la artista plástica hiperrealista Carla del Bianco, una pintora y escultora argentina afincada en Asturias que mantiene abierto un taller-galería en Oviedo.

 

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