Jordi Xuclà responde a Margallo que nunca irá a un psiquiatra que le tenga a él como paciente

Jordi Xuclà en un momento de su intervención en el Pleno del 14 de octubre de 2015. Foto: TV Congreso.

Jordi Xuclà en un momento de su intervención en el Pleno del 14 de octubre de 2015. Foto: TV Congreso.

Aunque lo diga García-Margallo, o la Santísima Trinidad en persona de tres, el diputado secesionista Jordi Xuclà no irá al psiquiatra porque, según afirma parafraseando a Marx, él nunca iría a un psiquiatra que le tuviera a él mismo como paciente. ¡Qué locura!, las cosas que pasan en el Congreso de los Despistados. Para que luego digan que el hemicirco de la Carrera de San Jerónimo es muy aburrido.

Este Duende Satírico aplaude la decisión de Xuclà, y lo hace hasta con las orejas, aunque el susodicho de Olot plagie tan descaradamente a ese gran maestro de maestros que fue nuestro queridísimo Groucho. Claro, que tampoco el tal Xuclà (que ya se ha ganado otro Ridiculum Vitae) tenía necesidad de acudir al matasanos del coco porque el ilustre ministro de Asuntos Exteriores, el ya citado García-Margallo -en tiempos un hombre serio-, se la ha tenido que envainar (sic) por orden del presidente del Congreso de los Despistados, un tal Jesús Posada, quien, al parecer, en tiempos fue ministro.

La cosa fue más o menos así: el ínclito Xuclà, de la CDC de Arturo Mas, parece que algo resentido (… algo así como 6 escaños, al menos, de resentimiento) se metió con tirios y troyanos, sin dejar aparte a los sufridos funcionarios del servicio consular, a los que hasta acusó de propiciar la caída de Guifré el Pilós –Guifredito el muy peludo, pa’ntendernos-. Y por eso, los de la coalición del «Cop de destral» no consiguieron la mayoría absoluta para remar fuera de España. Tela tiene la cosa.

La perorata del susodicho diputado fue tal qu’así:

  • «Señorías [dice Xuclá], miles de catalanes residentes en el extranjero votaron, a pesar del Estado, de los servicios del Ministerio de Asuntos Exteriores, contra el Estado, contra el Estado a la contra [sic de sic]. Algunos lo consiguieron, con gran desgaste de energía [como Guifredito, exangüe, tal y como cuenta la leyenda], pero 6.990 votantes fueron privados de su derecho fundamental [por acción culposa de los malos funcionarios consulares, hijos todos adoptivos de Aznar_satán, por lo que se puede colegir]. No quiero pensar que es una premeditada voluntad de limitar el derecho de voto de los catalanes [nooooooo]; es algo más general y lamentable: la ineficacia del servicio consular [funcionarios ejjjjjjpañoles, va por vosotros], encargado de aplicar el artículo 75 de la Loreg». Angelito, él.

En eso andaban en el hemicirco cuando José Manuel García-Margallo, más conocido como Ironman o Lengua de fuego o el Tigre de Chamberí, sacó a pasear su lengua a prueba de diplomacia y dijo, más o menos [es decir, exactamente], esto que refiere este Duende muy cotilla:

  • «Le aconsejo que vaya al psiquiatra (Rumores), porque ha dicho usted que miles de catalanes votaron contra el Estado».

Y se armó el belén.

Otro caballero de Olot, como Xuclà, que en otros tiempos retozó cerca de la playa de Barcino en alguna que otra Consellería, salió en defensa de su paisano y escudero fiel. He aquí lo que dijo un tal Macias -que este miércoles, precisamente, ha prometido no volver al edificio de la Carrera de San Jerónimo, palabrita de Pere-:

  • – El señor MACIAS I ARAU: «Señor presidente, el señor ministro ha tenido una expresión ofensiva y muy desafortunada. Mandar a alguien al psiquiatra [menos mal que no le mandó a tomar por otro sitio….] no me parece una respuesta adecuada a nadie y menos cuando se formulan unos datos. Por tanto, yo pediría al señor ministro que retirara esta expresión y pidiera disculpas al diputado Xuclà«.

Y a partir de aquí, cabrero entre peperos. Lean y juzguen:

  • – El señor PRESIDENTE: Señor ministro.
  • – El señor MINISTRO DE ASUNTOS EXTERIORES Y DE COOPERACIÓN (García-Margallo Marfil): Señor presidente, lo que he dicho es que la expresión de votar contra el Estado es inadmisible en un Estado de derecho. (Protestas).
  • – El señor PRESIDENTE: No, no. Señor ministro, tiene usted que contestar a las palabras que le ha planteado el diputado. ¿Retira usted la expresión: vaya usted al psiquiatra?
  • – El señor MINISTRO DE ASUNTOS EXTERIORES Y DE COOPERACIÓN (García-Margallo Marfil): Estoy explicando la expresión, señor presidente… (Fuertes protestas).
  • – El señor PRESIDENTE: No, no. ¿La retira o la mantiene? (Un señor diputado: Respeta al presidente).
  • – El señor MINISTRO DE ASUNTOS EXTERIORES Y DE COOPERACIÓN (García-Margallo Marfil): La retiro.

Toma ya. A eso se le llama envainársela. Bueno, hay quien usa adjetivos que escandalizan hasta a este Duende.

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