Es difícil que la Judicatura en su conjunto se eche al monte o tome las calles al grito de “A las barricadas”, pero el asalto al Estado de Derecho que está perpetrando el aún ministro de la Presidencia, Justicia y Relaciones con las Cortes, Félix Bolaños, ha unido a todas las asociaciones de jueces y fiscales, menos a las filosanchistas, para una manifestación multitudinaria y para una huelga general de la Judicatura los días 1, 2 y 3 de julio. Califican la ‘reforma Bolaños’ de ‘atentado contra el Estado de Derecho’ y una forma de poner ‘a dedo’ a unos 1.400 nuevos jueces y fiscales que sólo deberán probar su valía sanchista.
El Consejo de Ministros aprobó el pasado 13 de mayo el Proyecto de Ley Orgánica para la Ampliación y Fortalecimiento de las Carreras Judicial y Fiscal, que pasó inmediatamente a su tramitación parlamentaria. El texto, que incorporó algunas recomendaciones emitidas por el Consejo General del Poder Judicial y el Consejo de Estado, se consolida así como la primera gran revisión estructural de la Ley Orgánica del Poder Judicial en los últimos 40 años: desde la Ley Orgánica 6/1985, de 1 de julio, del Poder Judicial, aprobada en tiempos del presidente socialista Felipe González.
Pero resulta que la “ley Bolaños”, que se va a discutir parlamentariamente cuando acaba de conocerse el gran escándalo político-constitucional que ha constituido la sentencia de Conde-Pumpido sobre la Ley de Amnistía, no convence ni a los propios votantes del PSOE: la mayoría de españoles apoya la huelga de jueces y fiscales convocada para frenar este golpe contra la Justicia dado desde el poder. Aún peor: menos de la mitad de los militantes socialistas respaldan la reforma impulsada por el aún ministro de Justicia y están de acuerdo con las reivindicaciones de jueces y fiscales.
La ‘ley Bolaños’ constituye tal efecto de golpe de Estado a lo chavista, que los jueces y fiscales han decidido seguir adelante en una lucha inédita. La mayor parte de las asociaciones -todas, salvo las afines al Gobierno de Pedro Sánchez– que defienden a estos colectivos realizaron el pasado sábado una manifestación multitudinaria frente al Tribunal Supremo, que ha sido seguida con una huelga de tres días contra las reformas planteadas por Bolaños y por “la independencia judicial reconocida en la Constitución Española de 1978.
“Controlar el poder judicial con simpatizantes del sanchismo”
Según medios jurídicos consultados por Off The Record, “la situación es crítica: Bolaños ha presentado un proyecto de ley para reformar el sistema de acceso a juez y a fiscal, que consiste básicamente en colocar a dedo a entre 1.300 y 1.400 jueces y fiscales sustitutos. Ésta es la esencia real de la ‘reforma Bolaños’: controlar el poder judicial con militantes o simpatizantes del sanchismo”.
Resulta que hay en torno a 1.300 o 1.400 jueces y fiscales sustitutos que no han aprobado la oposición, muchos de los cuales “ni siquiera han llegado a estudiarla nunca”, y hay otros que les ha bastado con ser licenciado en Derecho, sin más: se apuntan a la bolsa de la judicatura y empiezan a hacer sustituciones.
“Pues bien”, dicen los citados medios jurídicos que Bolaños “los va a hacer fijos de la noche a la mañana; fijos, a casi 1.400 nuevos puestos que, de la noche a la mañana, van a pasar de ser sustitutos a ser fiscales y jueces de pleno derecho”. Y eso, claro, sin aprobar ninguna oposición, que para soslayar ese matiz ya se encuentra el sanchista-papá Bolaños.
Ataque chavista al poder judicial
Pero, además de lo anterior, la ‘reforma Bolaños’, “el más duro ataque a lo chavista al poder judicial”, crea un “cuarto turno especial”. Ahora mismo, además de por el sistema de oposición, se puede ser juez por el sistema del cuarto turno. Pero este sistema que existe actualmente y es el que quiere cambiar tan alegremente Bolaños, exige contar con 20 años de ejercicio profesional y ser jurista de reconocida competencia.
Es un sistema, el actual, que queda configurado para catedráticos o abogados de prestigio que podían ser jueces tras pasar un examen práctico muy exigente en la rama del Derecho de la que sean especialistas. Por ejemplo, si alguien es catedrático de lo mercantil, pues examen mercantil; si es un abogado de derecho de familia, examen en derecho de familia… Es decir, que el sistema vigente permite acceder a la carrera judicial exclusivamente en la rama de la cual uno es especialista y tras un duro examen. Pero eso es lo que ahora Bolaños va a cambiar.
Con la reforma de Bolaños, el requisito de ‘reconocido prestigio de 20 años’ en una rama del Derecho, por arte de la corrupción sanchista se convierte en que cualquier licenciado en Derecho con solo cinco años de ejercicio puede optar a ser juez del cuarto turno: “Bueno, pues a partir de la reforma acceder y ser juez o ser fiscal no tiene más requisitos que ser licenciado en Derecho y ejercer cinco años. Es una barbaridad”.
‘Colocación de supuestos ‘vagos’, pero ‘sanchistas’, en la judicatura’
“¿Cómo incentivas ahora a un opositor a estudiar la oposición si van a colar casi a 1.400 sustitutos de la noche a la mañana y por el cuarto turno se va a querer colar todo dios”, señalan a Off the record las citadas fuentes, que añaden: “Y todo esto supone que [Bolaños] se fuma los principios de mérito y capacidad. ¿Por qué hace esto el sanchismo? Pues porque ese cuarto turno lo va a evaluar un tribunal… de cuya composición nada se sabe… Del dictamen práctico nada se sabe…”.
Siguiendo con ese razonamiento, estos medios jurídicos añaden a Off the record que la idea de Bolaños-sanchismo es que hacen la reforma “para colar a toda su gente. Van a colar abogados de izquierdas, van a colar a catedráticos muy de izquierda, a toda su gente. Como tradicionalmente las oposiciones las suelen aprobar más gente de centro derecha por las razones que sea, posiblemente porque estudian y trabajan más que la izquierda, Bolaños ha visto que ésta de la imposición es la única forma de equilibrar la balanza. Así que, esos que en muchos casos no han pegado un palo al agua en toda su vida, a partir del 21 de julio, si no lo echan para atrás, van a ser jueces fiscales por el dedo”.
El asalto definitivo al poder judicial
Lo anterior es lo más negativo de la ‘reforma Bolaños’, pero hay más cosas en esa malhadada ley. Por ejemplo, las oposiciones a jueces y fiscales. “A partir de la reforma solo se va a preparar la oposición a través de un centro que crean dependiente del Ministerio de Justicia, que seleccionará a preparadores; es decir, que seguramente pillen solo también a gente de su cuerda ideológica y solo se podrá preparar a través de ahí. Imagino que adoctrinando, ideologizando a todos los opositores que quieran opositar. Así está el tema”, añaden esas fuentes de la judicatura, que finalizan así: “El asalto al Poder Judicial, el definitivo y el último, el que todavía no han podido. Pues con esta ley empieza el fin de nuestro estado de Derecho”.