Bombardear Argel no es buena idea

Considerarán ustedes que el titular es pura ironía, no les faltará razón. Pero, si creen que es absurdo es que no han estado prestando atención a los potenciales efectos de la militarización europea en curso.

El baño de Argel

Traicionar a un amigo está feo. Traicionar a un amigo con el que se comercia es una estupidez. Convertir nuestra diplomacia en vicaria de un primo mayor (la Unión Europea) resta crédito político. Que lo nuestro con Argel ya no sea una historia cervantina de amor es de lo más normal.