Empezamos 2022 como acabamos el año anterior, desconcertados por una Covid que no da tregua. ¿Cómo evolucionará la variante Ómicron? ¿Habrá nuevas mutaciones que luchen contra la vacunación masiva de los ciudadanos? Como se ve, la principal variable de nuestra vida, la salud, es una incógnita colectiva.
Mientras ustedes andan de polvorones, o quizá no, el personal parece haber decidido pasar la mañana de domingo haciéndose unas PCR, que es como hacerse un vinito de los de antes, pero en plan Sánchez.
La semana ha sido prolija en noticias. Nos cambiaron el gobierno, tocó las narices el Constitucional, se insurreccionan en Cuba y cosas por el estilo que un cronista no puede ignorar.
El Banco de España avisa que en sus proyecciones sobre la situación económica de España hasta el año 2026, el dinero recibido de la UE cubre el 10% de lo que se necesita para impedir caer en una profunda depresión económica y social con más pobreza y miseria.
Entre los muchos desastres que nos ha traído el COVID 19 está también el cuarteamiento de la Unión Europea, y no sólo por el tema de qué dinero deben recibir los países como ayuda comunitaria y de qué manera administrarlo.
La izquierda radical que ahora gobierna en España sustentada por la bancada del PSOE es una opción política que no tiene opciones en ningún país de Europa. Los países de la UE incluida España, están constituidos como estados sociales. ¿Qué significa esto? Que el gobierno alenta la iniciativa privada, la inversión extranjera y la instalación…
Es curiosa la ‘locura’ que parece haberse introducido hasta dentro de los actuales dirigentes de Ciudadanos: desde Inés Arrimadas, la sucesora de Albert Ribera e increíble política menguante, hasta sus actuales jefecillos de filas –Edmundo Bal, por ejemplo-, pasando por el presidente-in-péctore de la Comunidad de Madrid, Ignacio Aguado, de quien nadie duda ya que…