Mazón, un cadáver político

El presidente valenciano, Carlos Mazón, es un cadáver político. Lo que falta saber es el día de su entierro. No es el culpable de la DANA, por supuesto, ni tampoco el único responsable del desastre causado por sus consecuencias. Pero nadie le perdona ni la inadvertencia de las primeras alertas meteorológicas, ni la falta de…

El aplauso

Pedro Sánchez pide un aplauso. Porque “todos somos Estado” –ahora ya no es solo él, y él pone pasta y todos los servidores públicos lo hacen fetén en la catástrofe valenciana-, tenemos que buscar un balcón para volver a aplaudir.

Cronograma de 219 muertes anunciadas

Esta columna se explica por sí sola. Sólo decir por anticipado que todo lo que aquí se especifica era conocido también por el gobierno central, la vicepresidenta Montero y Teresa Ribero. Mazón actuó como un cobarde y un frívolo y el gobierno central lo dejó cocinarse a fuego lento mientras los valencianos moríamos.

Yo acuso

Sostiene Luis Blanco, excelente amigo, mejor politólogo y brillante contertulio, por ese orden, las cosas son importantes, que no debo usar la expresión “estado fallido”. Al parecer, según su siempre atinado criterio, esto es populismo, cosa que yo detesto. Vale; no lo volveré a utilizar, por ahora, esperaré sentado a que Luis me dé la razón.…

La vanidad más dañina

Carlos Mazón ha actuado como un cobarde y Pedro Sánchez como un mal déspota. Mazón porque, teniendo la información y la alerta roja de AEMET el martes por la mañana, no tuvo la frialdad ejecutiva necesaria para advertir a la población de la que se venía y pedir ayuda al ejército. Y Pedro Sánchez, con…

¿Un Estado fallido?

Son varios los analistas que han afirmado que España es un Estado fallido al ver los desastres causados por la trágica DANA en Valencia y las vacilaciones y el descontrol en paliar sus horribles consecuencias. En cualquier caso, son verdad las contradicciones entre unos y otros, incluso en la hora de dar la alerta sobre…

Estado fallido y barrizal moral

Existen decenas de indicios para identificar un estado fallido. De alguno les hablaré luego, pero el primero de ellos es evidente: cuando se encuentra tolerable, por populismos, medios y parte de la ciudanía, que se apalee a un político, justo entonces el Estado, la democracia y el derecho nos ha abandonado.