Del olvido del exilio a la exaltación del traidor
El pasado día quince, mientras en España nuestro vicepresidente segundo renunciaba a su cargo, el presidente del gobierno homenajeaba en París a los republicanos españoles. Me congratulo por ello. Aquellos hombres y mujeres se lo tienen merecido y no debemos olvidarlos. Especialmente la novena compañía de la famosa división Léclerc.