Este miércoles 13 de enero, nada más constituirse la XI Legislatura, Pedro Sánchez presentará en el registro del Congreso de los Diputados un total de 15 iniciativas legislativas que suponen, de hecho, una revolución social. Es el guiño del líder socialista a Pablo Iglesias ya los secesionistas catalanes para que apoyen a Patxi López como presidente del Congreso, primero, y, después, a él mismo como presidente del Gobierno, desalojando al PP y a Rajoy de la Moncloa. “La gran coalición con el Partido Popular es un fraude a la sociedad española”, ha dicho Sánchez en la primera reunión del Grupo Parlamentario Socialista en esta legislatura que ahora comienza.
Pedro Sánchez ya se ve como presidente del Gobierno, y al vasco Patxi López ya lo ve colocado como presidente del Congreso, acompañado de las también socialistas Micaela Navarro (presidenta del PSOE) y Pilar Cancela. Sería la primera vez en la reciente democracia española que el partido que ha perdido las elecciones controlase tanto el Gobierno como el Congreso, merced a unos pactos que a los conservadores españoles les ponen los pelos de punta. Sánchez anticipó esta estrategia en una intervención abierta ante el plenario del Grupo Socialista, un grupo que se ha quedado tan reducido que ha cabido en la Sala Constitucional del Congreso, mucho más pequeña que la Sala Ernest Lluch, muchísimo más amplia y que era donde se reunía en las legislaturas anteriores.
Ante los suyos, Sánchez ha sido muy esquemático para que se le entendiera. Su visión de lo que ha ocurrido no sólo carece de autocrítica –perder 30 escaños y más de 1,5 millones de votos con respecto a 2011 no es ninguna tontería-, sino que, muy al contrario, se ha tratado de un análisis radical en el que ha repetido: 1. los españoles querían cambio, 2. lo cual ha conducido a una pluralidad nunca antes vista en la Cámara, 3. pero el cambio tiene que ser progresista, de izquierdas, 4. y tiene que ser liderado por el diálogo y el consenso, 5. y ahí están Pedro Sánchez y el Partido Socialista para formar gobierno, 6. aunque “sin cordones sanitarios” –es decir, no se excluirá apriorísticamente al PP por el mero hecho de ser el PP-.
A partir de ahí, Sánchez ha confirmado que dejará que Rajoy se estrelle –le corresponde al PP la iniciativa de formar gobierno, pero contará con el voto en contra del partido socialista: “Vamos a votar ‘No’ a la investidura de Mariano Rajoy como presidente del Gobierno”, dijo Sánchez-, y cuando Rajoy se haya dado contra el muro entonces llegará Sánchez en plan salvador con un pacto con Podemos y los nacionalistas en base a estos 15 principios que ha enunciado el líder socialista:
- Derogación de la reforma laboral y consenso para un nuevo Estatuto de los Trabajadores.
- Subida del salario mínimo.
- Acuerdo en la educación: derogación inmediata de la LOMCE.
- Pacto político contra la violencia de género.
- Extensión de la Sanidad a toda la sociedad.
- Aprobación de un ‘ingreso mínimo vital’ para unas 700.000 familias que no tienen ingresos.
- Reconstrucción del Pacto de Toledo para garantizar el sistema de pensiones.
- Acuerdo para la pluralidad en el Ente Público RTVE.
- Reforma fiscal.
- Acuerdo por las ciencias y la investigación.
- Reforma de la Ley de Enjuiciamiento Criminal para que se pueda investigar la corrupción todo el tiempo que se precise.
- Lucha contra la pobreza energética con un cheque social para los más necesitados.
- Prohibición de indultos a condenados por corrupción.
- Modificación del Reglamento del Congreso para incluir la ‘pluralidad’ de la sociedad española.
- Reforma del Senado para convertirla en el exponente de una España federal.
