Campaña (2): En el chiringuito no hay ‘tracking’
Todo el mundo tiene un ‘tracking’ que estrena todas las mañanas. Lleno de envidia, como no estoy en la capital donde esas cosas ocurren, me voy al chiringuito a pedirme uno.
Todo el mundo tiene un ‘tracking’ que estrena todas las mañanas. Lleno de envidia, como no estoy en la capital donde esas cosas ocurren, me voy al chiringuito a pedirme uno.
Creo que es la primera vez, desde la democracia, que la pegada de carteles me pilla de vacaciones. Claro que no tiene mérito: nadie nos hizo pegar carteles nunca en julio. Pedro, Pedro, es lo que tiene. En fin, la cosa es que sí: anoche, justo al empezar el día viernes, viva San Fermín, (“A San…
Se reprochaba a uno que usted y yo sabemos que su legitimidad nacía del dedazo de uno que pretendía dejarlo todo “atado y bien atado”. Eso mismo le ha pasado a Yolanda Díaz: no ha sido elegida por dirección de partido alguna o por sus bases; ni por primarias, elecciones ciudadanas o cualquier otro sistema…
De hacer caso a la mayoría de medios de comunicación de este país, en España no existe extrema izquierda; el extremismo queda ocupado en toda su crudeza por la derecha.
Antes cinco escaños para defender las esencias que ponerse en manos de Sánchez y la “elegida”. Iglesias ha roto, entre los suyos, su silencio para informar de su tutela de la cosa y para animar a sus huestes en el gobierno (Montero y Belarra, no queda más) a que fuercen la ruptura de la Coalición.
Yolanda Díaz ha cumplido su primer lance. Quiere ser presidenta de España. Que tiemblen Sánchez y Feijóo, ella lo vale. Estaban todos menos uno: Podemos. O sea, que, aparentemente, Sumar prescinde del populismo y la izquierda de verdad verdadera. Por ahora.
Ya tenemos a Sumar en el ruedo, de momento sin Unidas Podemos. Los analistas y los sondeos de opinión consideran un éxito el baño de masas de Yolanda Díaz y su inconcreto programa político del que sólo trasluce la transversalidad de la izquierda. O sea que, salvo estar a la izquierda, su programa puede ser…