La soledad de Yolanda Díaz
Hace apenas unos meses, la Vicepresidenta Yolanda Díaz aspiraba a encabezar una nueva formación de carácter transversal que incluso podría, según ella, situarse por delante de los demás partidos políticos.
Hace apenas unos meses, la Vicepresidenta Yolanda Díaz aspiraba a encabezar una nueva formación de carácter transversal que incluso podría, según ella, situarse por delante de los demás partidos políticos.
Clicktertulia, ha señalado dos cosas: que Mónica Oltra no tenía más remedio que dimitir y que sus apoyos lA defenderían hasta la muerte, pero ni un paso más. Ambas cosas se han producido: se le ha hecho saber que, bailecitos aparte, se tenía que marchar. Los de Compromís, Baldoví al frente, no están dispuestos a perder…
El primer misterio de Yolanda Díaz es el de ser la política más valorada en las encuestas sin encabezar un partido político y con tan poco bagaje a sus espaldas. Algo tendrá que ver el marketing en esa valoración, así como un talante dialogante, capaz de hablar hasta con las paredes. Es ese mismo talante…
El Gobierno ha encontrado otro motivo de debate. Los de la verdad verdadera consideran que la reforma laboral debe ser apoyada por la “colla” coaligada, mientras que al PSOE no le importaría que el centrismo residual de Ciudadanos se sumara a la reforma, igual algún día hacen falta para defender a los torreznos.
Yolanda Díaz se ha convertido en vedette de la política. Y eso por tres razones: porque la vicepresidenta del Gobierno viste unos modelitos de clase media asentada, bien lejos de la estética comunista de antaño, porque practica una desmedida exposición pública, quitando protagonismo a otros miembros de su Gabinete, y porque sus índices de valoración…
Esta semana han ocurrido notables cosas, desde el insultante asunto de la amnistía hasta la última tontadica de Tezanos.
Perjudicar a quienes decimos apoyar. Esa era la pesadilla política de antaño. Temor que desapareció hace tiempo, la preocupación no computa. Sin embargo, los que alguna vez pasamos por una facultad de economía, a jugar al guiñote o cosas parecidas, naturalmente, solemos hacernos preguntas inútiles de ese tipo.