Dos voluntarias operando en el banco de alimentos.
Mientras se debaten en el Congreso de los Diputados unos Presupuestos Generales del Estado para 2016 presentados de forma triunfal por el ministro de Hacienda, Cristóbal Montoro, la realidad española no deja lugar a dudas: los bancos de alimentos repartirán en 2015 un 130 % más de alimentos a personas desfavorecidas que en 2014. Pero, además, resulta que en 2014 atendieron a 1.640.000 personas en toda España, un 9,3% más que en el año anterior.
Son datos oficiales de la Federación Española de Bancos de Alimentos que han servido de base a la portavoz de UPyD, Rosa Díez, para rechazar los PGE triunfal_electoralistas que ha presentado el Gobierno de Rajoy y afirmar que «la recuperación no llega a todos por igual».
No le faltan razones a Díez en ese debate presupuestario que se sigue en el Congreso de los Diputados, porque las previsiones de la Federación Española de Bancos de Alimentos para este año y el que viene son auténticamente dramáticas: en 2015 se repartirán gratuitamente en España unos 113 millones de kilos de alimentos, que suponen un incremento de 64 millones de kilos respecto a 2014. ¿Dónde está la recuperación, a quién afecta, quién se lucra? ¿Qué programa público asistencial ha aumentado en una proporción así?
Claro, con esos datos hay que concluir que es inaudito que, con la cantidad de impuestos que se pagan, haya que acudir a la caridad_solidaridad privada para que tantas personas puedan comer. Más que ‘inaudito’ hay otro vocablo, pero está feo decirlo, incluso para El Satiricón.
