Manolito es mi gato. Cuando se le pilla en una trastada, el bicho permanece inmóvil, no mueve ni un músculo y mira para otro lado; como si no existiera. El Gobierno y la oposición han vuelto… estrategia gato es necesaria. Ustedes ni moverse, no va con nosotros, mientras no nos vean, no legislarán sobre nosotros.
Ya, ya sé que es una falsa ilusión, pero una semana más sin gobierno, aunque sea sin corbata, sería un premio a nuestro probo comportamiento. Dice el gobierno que estamos ahorrando: qué remedio, no nos llega para gastar.
El retorno de los próceres no añade novedad a lo que ya sabíamos. Afirma la portavoz que el PP es negacionista y obstruccionista. Mientras tanto, pide a los asociados una manita para aprobar el siguiente decreto; los asociados que llevan todo el verano diciendo que no, están pensando qué sacar a cambio, como antaño.
La derecha anda, en alguno de sus propios asuntos: al parecer Casado no contó sus cositas con Sánchez y andan unos mosqueados con otros, mientras le dicen al gobierno que de apoyos pocos y que de las negociaciones pendientes, pues si son obstruccionistas, ya se sabe: el que más chifle, capador.
Las encuestas siguen como estaban, así que Feijóo, de momento, no se preocupa. Si parece preocupado Abascal, que, con Macarena haciendo el Camino de Santiago, ha pasado del berrido a hablar bajito.
La izquierda de verdad verdadera anda en los mismos líos de antes. A las municipales, dicen los de Podemos, vamos a nuestro aire. La vicepresidenta anuncia que hará campaña con medidas de las suyas.
Pero lo más importante: si ellos vuelven, los profetas también. Así que deberemos decidir los analistas si nos apuntamos a la recesión o no. Sí bajarán los precios, porque bajará la actividad económica o serán las dos cosas a la vez. Si la energía seguirá disparada o si los consumidores de gas se dan cuenta de que tienen que pagar la excepción ibérica.
Ustedes no miren, como si no fuera por ustedes, pero parece que loa alemanes no la tenían tan grande, me refiero a la economía. O sea, si ellos entran en recesión, a causa de la energía, los demás seguiremos su ruta. Que el comercio exterior español esté dando disgustos y que el mercado de trabajo, en agosto, no emita buenas señales pueden ser muestra del asunto o solo cosa de agoreros.
Pero ustedes ni moverse. Mañana la luz volverá a subir y alcanza su mayor nivel desde la excepción ibérica.
Han vuelto, pero para nuestra tranquilidad las cosas siguen como estaban antes de que nos quitaran la corbata. Así no tenemos que cambiar de postura.
Los populistas de izquierda de verdad verdadera apoyan a la corrupta Señora Kirchner, según la señora Belarra, perseguida por jueces facciosos. Sánchez tomará el Falcon para desagraviar a Petro, el nuevo presidente colombiano, y pasar, si falta hiciere, ante el espadón de Simón Bolivar.
Mientras, el resto de los ministros y ministras estudiaran como molestarnos, por mucho que miremos a otro lado.
La ministra de Transición ecológica quiere regular la temperatura de nuestra casa.
Calviño se pregunta si pone ya los peajes a las autovías y la vicepresidenta prepara una ronda de inflación a costa de salarios y otoño caliente, por los sindicatos acompañada, ganar votos es muy cansado.
Garzón aspira a mandarnos algún folleto nuevo sobre nuestra forma de vivir y poner cámaras en los mataderos, para ahorrar. Escrivá sigue enredando con las pensiones.
Entre todos y todas tienen que encontrar la fórmula para indultar a Griñán. Al fin y al cabo, sería un agravio no hacerlo tras haberlo hecho con los independentistas.
El ejército de Bolaños, tras observar que dedicar agosto a meterse con Feijóo no parece haber dado resultado y que molestar a Ayuso tampoco, se aprestan a insistir: habrá ruido contra Feijóo y se enfadarán con Ayuso, a cuenta de quitarle algo.
Más ruido se espera. Es lo que hay. En fin, han vuelto… estrategia de gato.
