En Extremadura, con 65 escapos en su parlamento autonómico y mayoría absoluta con 33, las elecciones del 25 de mayo de 2015 fueron ganadas por el PSOE, aunque sin mayoría absoluta. Los resultados fueron 30 escaños para el PSOE; 28 para el PP; 6 para PODEMOS, y uno para Ciudadanos.

Con esos resultados, el socialista Guillermo Fernández Vara ha podido formar gobierno, pero con el inevitable apoyo de los estalinistas de Podemos, lo que ha condicionado toda la política extremeña. He aquí la ‘mala praxis’ que, según el PP, está desarrollando el gobierno de Fernández Vara.

– Deterioro de las Políticas de Empleo. Extremadura lidera el ranking de paro femenino con un 34,45%, según la EPA del primer trimestre de 2016. El número de extremeñas en paro no subía tanto desde el cuarto trimestre de 2004. Con 6.500 parados más, Extremadura aporta más de la mitad de la subida de desempleados del país en los tres primeros meses del año. Los datos de autoempleo del último trimestre indican que los autónomos han disminuido en Extremadura en 445 y hay 1.446 menos en lo que llevamos de legislatura. El empleo juvenil ha caído drásticamente, en abril ha aumentado en 847 jóvenes desempleados más.

– Ataques a la unidad y a los símbolos constitucionales y a las instituciones. El PSOE votó a favor de la calificación, en la Asamblea de Extremadura, de una iniciativa de Podemos para instar al parlamento autonómico a mostrar su «amparo» y «solidaridad» con unos imputados por asalto a instalaciones de RTVE e irrumpir en un informativo. Se pedía también que el poder Legislativo instara al Ejecutivo a considerar «injusta» la resolución judicial.

– Subida de impuestos. La subida de impuestos anunciada por el gobierno socialista de la Junta de Extremadura tenía un impacto calculado en 84 millones de euros. El PP consiguió frenar esta subida de impuestos, incorporándolo como condición para la negociación de los Presupuestos 2016.

– Incremento de la burocracia, de los altos cargos y del gasto corriente. La elección de cargos directivos nombrados a dedo se ha disparado, sobre todo en el Servicio Extremeño de Salud, en donde se ha pasado de 148 directivos a 296. A la multiplicación de cargos y nombramientos partidistas se suma el aumento de los fondos para los sindicatos, con un 34% más de inversión en detrimento de las partidas para políticas de Empleo dirigidas a personas con discapacidad.

– Nepotismo y enchufismo. El nuevo Gerente de la Empresa Pública Gebidexsa es un exalcalde socialista de la localidad pacense de Salvaleón condenado en 2005 por delito de falsedad en documento público. El exconsejero de Medio Ambiente, Santos Jorna, ha vuelto al gobierno socialista tras dimitir: ahora ocupa un cargo de asesor y trabaja en el Instituto de la Mujer, pese a estar contratado por Medio Ambiente -su antigua cartera-.

– Ataques a la educación concertada. La Junta ha presupuestado por debajo de lo mínimo indispensable los fondos dirigidos a la Educación concertada, con serias dificultades para poder funcionar. El gobierno socialista está limitando la libertad de elección de centro de los padres y ha colocado a los docentes de la concertada en inferioridad de condiciones con respecto a otras comunidades autónomas.

– Demonización de las iniciativas empresariales y de inversión productiva. En los dos primeros meses del año 2016, la producción industrial extremeña ha experimentado una caída del 13,2%, que contrasta con la subida del 3,4% de la media nacional. El Servicio de Estudios del BBVA ha rebajado el previsión del crecimiento en 6 décimas, pasando del 2,9% al 2,3%.

– Abandono de las políticas sociales. Se ha producido un frenazo en materia de dependencia y no se ha incrementado el número de personas atendidas, ni se ha cumplido la obligación de incorporar a 10.500 dependientes moderados a finales de 2015. En el dictamen del Observatorio de la Dependencia, la Comunidad ha pasado de la cuarta mejor nota del país en 2014, con 6,7 puntos, a un suspenso que apenas llega a los 3,6 puntos . La Renta Básica está paralizada.

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