El Parlamento catalán aprobó el jueves una resolución que rechaza y condena el posicionamiento del rey frente al golpismo catalán, así como su justificación de la actuación policial el 1-O, y aboga por la abolición de la institución monárquica, que califica de caduca y antidemocrática.

Ésta ha sido una de las propuestas de resolución en defensa de las instituciones catalanas y las libertades fundamentales presentada por Catalunya en Comú Podem, es decir, la fórmula de Podemos en Cataluña, en el marco del pleno monográfico sobre la convivencia. De esta manera, Pablo Iglesias, Irene Montero, Echenique, etc., dejan de representar al pueblo, al que traicionan, y pasan a ser marionetas del fascismo golpista catalán.

La propuesta de los comunes sobre el rey fue aprobada con el apoyo de Junts per Catalunya y ERC, mientras que la CUP se abstuvo y Ciudadanos, PSC y PPC votaron en contra. La reprobación llegó dos días después de rechazar una resolución de JxCat que perseguía lo mismo: entonces no prosperó porque los comunes, la Podemos catalana, no dieron su apoyo alegando que aquella iniciativa, aparte de reprobar el monarca, reivindicaba la vía unilateral a la independencia.

La diputada de los Comunes Yolanda López defendió el jueves que han votado a favor de reprobar el monarca porque su propuesta de resolución era honesta, sin trampas ni artimañas a diferencia de la que presentó el martes JxCat.

Además de condenar el posicionamiento del rey en el conflicto catalán, en esta propuesta se reprueban también los que califica de actos represivos contra la ciudadanía, las amenazas con la aplicación del 155, la judicialización de la política y la violencia ejercida contra derechos fundamentales.

La misma resolución de los Comunes ha hecho que el Parlament haya condenado los actos represivos contra la ciudadanía y las amenazas de ilegalización contra partidos catalanes, en alusión a las voces del PP y Cs que recientemente han planteado ilegalizar a la CUP.

Asimismo, en esta misma propuesta que ha salido adelante se emplaza a las instituciones catalanas y a los partidos al diálogo, al acuerdo y al respeto a la pluralidad.